Me gustan mucho las tartas saladas sobre todo cuando llevan verduras, y es asi, que durante el verano, aprovecho la variedad inmensa que esta estaciòn nos regala. Se trata solo de mezclar vegetales y tipos de masa diferentes. De esta manera, tendremos en la cesta para llevar a la playa o a la pileta, algo siempre distinto para comer cuando el hambre nos ataca.
Los cebollines -Allium schoenoprasum -cebolla de verdeo o cibuolette, es un tipo de cebolla de sabor menos agresivo que las cebollas comunes. Se utiliza la planta entera desde su bulbo hasta sus hojas. Es comùn consumir para condimentar, estas ùltimas cuando la planta es pequeñita. Particularmente, me he aficionado a esta cebolleta, me encanta su sabor, especialmente son estupendas para hecharlas a un "asador" o grilla y con ellas acompañar una carne asada.
Aqui en Italia aparecen a fines de primavera y se los pueden encontrar aun a mitad del verano.
Son ricos en vitamina A, B y C, e ideal para dietas hipocaloricas ya que tienen un aporte bajisimo de calorias.
Vamos a la receta!
150 gr. harina comùn
150 gr. harina integral
4 cucharadas de aceite de oliva
100 cc. de agua caliente
1 cucharadita de sal
Para el relleno:
600 gr. de cebollines
200 gr de espinacas
2 huevos
200 cc. crema de leche
4 cucharadas de coco rallado
3 cucharadas de almendras fileteadas
1 cucharada de tomillo
sal y pimienta
Cortar los cebollines a lo largo en cuartos.
Las espinacas las tenia ya cocidas, las habia hecho al vapor y me habian sobrado de una receta anterior.
Cocinè los cebollines por 5 minutos en mis cestos de bambù.
Se podrian tambien "blanquearlos", es decir pasarlos por agua caliente por unos minutos.
Esto lo hacemos de manera de poder distribuir mejor la verdura en la tarta, porque en realidad y por el tiempo que veràn que llevaran en el horno, es alli donde realmente se cocinan.
Si lo hacemos al vapor, logramos una menor disperciòn de vitaminas y minerales que pasandolos por el agua, en la que dejaran estos preciosos elementos.
Para hacer la masa, mezclar las harinas con el aceite, la sal y el agua, amasar bien hasta lograr un bollo elastico y homogeneo.
Estirarla con un palote de manera que nos quede de unos 3 mm de espesor.
Aceitar un molde para tartas, yo usè el que tengo para pizzas porque la queria grandecita.
Y le adornè los bordes con un "repulgue", como llamamos los argentinos a los cierres de las empanadas.
Coloquè una cucharada de coco rallado en la superficie.
Y distribuì las espinacas, que estaban previamente bien escurridas.
Y distribuì las espinacas, que estaban previamente bien escurridas.
Luego incorporè los cuartos de cebollines, extendiendolos a manera de "agujas de reloj" ,alternando los bulbos y las hojas, unos adentro y otros afuera. Asi quedaron bien distribuidos.
Con las hojas que se encontraban en el centro las arreglè a manera de "chufo", como toque divertido.
La idea de colocarlas sobre la tarta con un relleno bien bajito, es que practicamente seràn "asadas" en el horno. De esta manera se "caramelizan" aportando el toque agridulce, exaltado de las frutas secas.
Con las hojas que se encontraban en el centro las arreglè a manera de "chufo", como toque divertido.
La idea de colocarlas sobre la tarta con un relleno bien bajito, es que practicamente seràn "asadas" en el horno. De esta manera se "caramelizan" aportando el toque agridulce, exaltado de las frutas secas.
En un recipiente mezcle la crema de leche, los huevos, el coco rallado, un poco de las almendras y el tomillo con sal y pimienta.
Volquè todo sobre la tarta distribuyendo de manera pareja el liquido por toda la superficie.
Terminè espolvoreando la tarta con el resto de las almendras.
Llevè a horno precalentado a 180º por unos 40 minutos.
Despues de un rato la cocina se inundò de perfumes de cebollines, coco y fruta seca. Parecìa que se estuviera cocinando algun plato oriental. Pero no.
Era ella.
La puerta del horno se abriò e hizo su apariciòn. Con sus almendras tostadas , dejando entrever verdes y blancos dentro de una aureola crocante.
Dedicada a los amantes del agridulce, o para soñar de estar en alguna playa sobre el Mar Indico, aunque estemos en la reposera del jardìn de nuestra casa.
Con cuanto poco nos podemos arreglar para despertar nuestras fantasias! No es cierto?
Es que se puede viajar usando el paladar y las narices. Basta cerrar los ojos y dar un mordisco!!
Buon Appetito a Tutti!!!
4 commenti:
A mí también me encantan las tartas saladas y todo tipo de masas en general, ésta tiene que estar riquísima, tomo nota.
Saludos
Espero que te guste Mariatem! gracias por visitarme! Un besito.Sil
Qué combinación de sabores y texturas tan interesante, Sylvia, desde luego es original y apetitoso a más no poder... me encantan todos los ingredientes pero no se me habría pasado nunca por la mente la mezcla con el coco. Adoro probar nuevas mezclas. La preparo seguro. Gracias, cielo.
Un abrazo.
Adi: pienso que te gustara el coco en las verduras, por lo que se lo usan mucho asi en la cocina asiatica. Le da un toque especial al salado ,que a mi particularmente me gusta mucho.Un beso y gracias por tu visita. Sil
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